Foto tomada hoy, 04/09/2023, a las 19.30 horas, en el Parque Miraflores: un niño con caca de perro en la camiseta, en el pantalón y en la pierna. El niño ha tenido que interrumpir el partido de fútbol con sus amigos en la zona infantil de césped porque un dueño de perro ha decidido que no limpia la caca de su mascota, dejándola en el parque en un lugar donde los usuarios principales son niños. Es incívica la acción del dueño del perro por insalubre, pero lo es más que sea en un parque donde el pipí-can tiene una buena dimensión y está perfectamente habilitado para los perros. Los usuarios del Parque Miraflores estamos cansados de ver pasear los perros sin atar a horas en las que está prohibido, sobre todo teniendo en cuenta las dimensiones del pipí-can, que en algunos tramos ha "robado" espacio a zonas tradicionalmente de juego infantil, como la cercana a Cesáreo Alierta. A la hora que se ha tomado la foto, las 19.30 horas, había siete perros sin atar al lado de los niños. Esta actuación incívica conlleva otras, como la no recogida de las cacas. Y parece que la priorización de los perros frente a los niños en un parque en el que lo normal sería que los niños jugaran sin exponerse a estas situaciones tan desagradables. ¿Sería posible contar con carteles visibles que recuerden ambas normas fuera del pipí-can, en todas las zonas del parque, para que las podamos recordar a quienes deciden estropear la convivencia con sus desagradables decisiones? Gracias.