Me resulta inconcebible como el Ayuntamiento permite y fomenta el desarrollo de una actividad tan molesta para los vecinos cómo es la música callejera amplificada. Tocar una y otra vez en los mismos temas a ese nivel de decibelios es una verdadera tortura para los vecinos .Tocan debajo de nuestras viviendas con un sonido horrible, amplificado, saturadísimo que desde un cuarto piso es imposible dejar de oír ni aún cerrando todas las ventanas (cosa por lo demás insalubre maxime con la pandemia que estamos viviendo donde necesitamos verdaderamente la ventilación de nuestras casas). La respuesta cada vez que envío una queja es que la policía se encarga de hacer cumplir pero no me parece lógico que tengamos que llamar cada fin de semana a la policía.Hoy mismo he tenido que volver a hacerlo para hacer callar a un señor que ya llevaba hora y media con la misma matraca, con la misma matraca que ayer sábado por la tarde, y que absolutamente todos los fines de semana de nuestras vidas. Ayer por la mañana ya soportamos otro grupo más también más de una hora. Resulta inconcebible que nos veamos obligados a salir de casa a dar vueltas por las calles con la esperanza de que al volver se haya acabado este infierno, pues en nuestra casa no tenemos descanso, no podemos ver una película, ni leer ni relajarnos después de una semana de trabajo. Se nos niega un derecho básico y se perjudica nuestra salud. La solución no es que llamemos a la policía cada fin de semana, la pregunta es ¿ porqué el Ayuntamiento consiente una actividad que perjudica la salud de los vecinos? Si las zonas del centro ya sufren bastante el ruido ¿porqué saturarlas todavía más con estas licencias? ¿ no tendrá la policía otras cosas que hacer para estar las saturando con llamadas por incumplimiento de estos horarios? Está actividad es muy molesta aún cuando los horarios se cumplan así que cuando ya no se cumplen es desesperante. Por favor, atiendan mi petición que alguien ponga fin a este sinsentido. La colocación de estos músicos es arbitraria; puedes tener un grupo por la mañana, un violín al mediodía, uno que canta por la tarde... tantas veces y tanto tiempo como ellos deseen. Nuestra indefension es absoluta. Y el Ayuntamiento debería poder respondernos y velar por el bienestar de todos.